Hace un par de meses hice un
viaje familiar increíble a Chacahua, Oaxaca con motivo del fin de año, un viaje
que de verdad fue mágico, nos hospedamos en una enramada en la playa, a sólo unos
metros del mar, acampamos algunos, otros durmieron en cabañas, pero teníamos lo
básico para pasar unos días allá y realmente convivir y disfrutarnos, fue muy
especial. Casi toda mi familia estaba ahí, éramos 21 y gozamos muchísimo, pero
recuerdo que justo pasando las 12 de la noche del día 31, después de los
abrazos y de la emoción de recibir un año nuevo, hubo un momento en que mirando
la enorme fogata que había en la playa pensé que era triste no tener una
pareja, que estuviera ahí conmigo disfrutando tan increíble lugar y festejo, abrazándome
y besándome, y mirando conmigo ese precioso mar y la noche repleta de estrellas.
Aunque he disfrutado muchísimo estar soltera varios años en los que he crecido y cambiado mucho, que de verdad los agradezco y no los cambiaría por nada, sí tengo muy claro que nací para estar en pareja (no sé si con hijos porque no me veo así pero uno nunca sabe si un día, si aún hubiera una posibilidad de embarazarme, podría cambiar de opinión si fuera un plan con la pareja con quien quisiera compartir mi vida, o adoptar, o ser una segunda mamá para los hijos de mi pareja, o ninguna de las opciones anteriores si mi pareja tampoco se viera con hijos, la vida es un misterio y todo puede cambiar de un momento a otro dependiendo de la situación…), pero sí me veo con una pareja, compartiendo mi vida, viajando por el mundo, creciendo, aprendiendo, disfrutando, sorprendiéndome, es un gran anhelo que siempre he tenido y estoy segura de que esa persona me va a encontrar, cuando sea el momento.
Aunque he disfrutado muchísimo estar soltera varios años en los que he crecido y cambiado mucho, que de verdad los agradezco y no los cambiaría por nada, sí tengo muy claro que nací para estar en pareja (no sé si con hijos porque no me veo así pero uno nunca sabe si un día, si aún hubiera una posibilidad de embarazarme, podría cambiar de opinión si fuera un plan con la pareja con quien quisiera compartir mi vida, o adoptar, o ser una segunda mamá para los hijos de mi pareja, o ninguna de las opciones anteriores si mi pareja tampoco se viera con hijos, la vida es un misterio y todo puede cambiar de un momento a otro dependiendo de la situación…), pero sí me veo con una pareja, compartiendo mi vida, viajando por el mundo, creciendo, aprendiendo, disfrutando, sorprendiéndome, es un gran anhelo que siempre he tenido y estoy segura de que esa persona me va a encontrar, cuando sea el momento.
Y pues bien, gracias a algunos
sucesos en los últimos días como el 14 de Febrero y toda su mercadotecnia, el
último Jueves de mi grupo de Semiología de la Vida Cotidiana en donde he
hablado mucho de mi y de lo que siento y pienso, una plática increíble en el
coche la semana pasada con mi amiga querida Mariana y otra conversación ayer por
teléfono con mi amiga del alma Carola sobre las relaciones, una canción de mi cantautora
favorita que escuché ayer y que la letra me llegó muy profundo, y el encuentro
con una persona que me movió muchísimo incluso desde antes de conocerla y
hablar con ella (al principio solo con cruzar la mirada literal, como si nos conociéramos
de otra vida), hizo que me cayeran muchos veintes y entendiera muchas cosas
sobre las relaciones, sobre el enamoramiento, sobre el amor y sobre mi.
Siempre fui de relaciones largas,
es la primera vez que he estado tanto tiempo sin pareja, y haciendo un análisis
de estos últimos años me doy cuenta de que aunque no he tenido un novio como
tal la realidad es que sí me he enamorado varias veces, y la última vez fue hace
unos días por cierto jajaja. El enamorarse es de uno, te puedes enamorar
platónicamente de un actor, como yo de Mark Ruffalo jajaja, y también te puedes
enamorar de personas que sí conoces siendo o no correspondido/a por la persona
de la que te enamoraste, seas o no correspondido es igual de mágico enamorarte
y a quien llena de energía eso es a ti, es lo que debe importarte. Si fuiste
correspondido en el momento en que sucedió y ya no evolucionó eso a una
relación formal, o no lo fuiste porque la persona tenía/tiene pareja o porque
ni se enteró de tus sentimientos, no significa que lo que sintieron juntos o sentiste
haya sido menos intenso o verdadero. El enamoramiento y el amor son tuyos,
vienen de dentro de ti y sólo te benefician y enriquecen a ti, si lo puedes
compartir qué maravilla!, si no tan solo quédate con la perla de esa
experiencia, con lo que te deja a ti.
Hace tiempo me enamoré de la
persona menos imaginada, totalmente distinta a mi, y me hizo conocer partes de
mi que nunca había explorado y que son parte muy importante de quien soy y de
mi esencia, me hizo perder muchos miedos, cuestionarme muchas cosas, también me
hizo enfrentar un tanto de frustración y sin duda me hizo crecer, ahí entendí
que se puede sentir con mucha intensidad y que eso me gusta, esa persona me
marcó bastante y agradezco mucho su paso por mi vida. También tuve el
enamoramiento tipo chick flick del que ya hablé en el post anterior del blog y
que de verdad estuvo increíble, se sintió bien pero fue más una ilusión, estar
enamorada del amor y querer vivir un episodio de película, eso fue. Y también
tuve el enamoramiento al otro lado del mundo, que siempre tuvo una
temporalidad, donde todo fue una tremenda aventura con paisajes maravillosos, lagos,
montañas, un eclipse, música y comida deliciosa. Hay algunos más, unos reales,
otros platónicos, pero cada uno me hizo comprender algo de mi, darme cuenta de
lo que quiero y de lo que no quiero, de quien soy y de lo que siento, han sido
espejos en los que me he podido ver reflejada y siento una gratitud inmensa por
ellos.
Lo importante y relevante de estos
enamoramientos es que me atreví, me atreví a sentir, me atreví a salirme de mi
zona de confort, a conocer a otra persona, a olvidarme de mis miedos, a dejar a
un lado las expectativas lo más posible, a permitirme sentir todo, a dejarme ir
y vivirlo, vivir lo que estaba sucediendo, el tiempo que durara. Me pregunté a
mi misma hace rato si amé a esas personas, y la respuesta es sí, en el momento
o tiempo que compartimos sí los amé, porque no puedo vivir algo tan mágico sin
sentir un amor profundo. Y claro, hay muchas clases de amor y por supuesto hay
un tipo de amor que se construye día a día con una pareja dentro de una
relación, y que se va transformado con el tiempo y se puede llegar a fortalecer
muchísimo o a convertir en un amor más fraternal al paso de los años. Pero el
amor tiene muchos matices y claro que puedes amar a alguien que te hace sentir
algo increíble, el tema es el apego, y si no aprendes a “Amar y Soltar” todos
los días sin apego, puedes llegar a sufrir mucho.
Esa necesidad que tenemos
de poseer, de asegurarnos de no perder algo que nos hace sentir bien, que nos emociona, esa obsesión de que un momento o una sensación
placentera se repitan una y otra vez, somos adictos a lo que nos hace sentir
bien y hacemos lo que sea por obtenerlo y conservarlo, nos llenamos de
expectativas y las proyectamos en los demás. Y si, terminamos desilusionados
porque dejamos de vivir “lo que está pasando” por estar pegados en “lo que
pasó” o en lo que “queremos que pase” y nada de eso depende de nosotros. Solo
somos responsables de lo que sentimos y hacemos, no de lo que sienten y hacen
los demás. Seríamos más felices si viviéramos y disfrutáramos al máximo los
momentos sin expectativas, sin apegos, solamente lo que ES, lo que hay, lo que
está pasando.
Obviamente yo quiero tener una
pareja con quien compartir la vida, el más tiempo posible, me encantaría que
llegara ese cómplice, amante, amigo, socio y compañero de viaje y aventuras;
como le dije hace poco a un amigo “Quiero ser LA persona de alguien y que ese
alguien sea MI persona” (obviamente refiriéndome a ser esa persona importante,
prioritaria y especial en la vida de la otra persona, no en un sentido de
posesión), alguien que no me necesite para estar bien pero que elija todos los
días amarme y estar conmigo, pero no ha llegado y no por eso voy a tirarme al
drama o a amargarme, todo lo contrario!, entendí por fin que todo tiene un
tiempo y un para qué, que estos años han sido maravillosos para conocerme y
enamorarme primero de mí!, y entonces permitirme abrirme a enamorarme de
alguien más.
Y va a durar lo que tenga
que durar, un momento, días, meses, a lo mejor una vida, pero lo importante es
abrirse a conocer y a vivirlo porque permitiéndote conectar y conocer al otro
te conoces a ti mismo/a muchísimo!, “la experiencia te da en la medida en la
que tú te das a la experiencia” (frase de Semiología de la Vida Cotidiana), y
mientras te des a la experiencia en consciencia, con el corazón y la mente
abiertos, con todo tu ser, siendo honesto/a con el otro y contigo mismo/a, no
tienes nada que perder y todo que ganar. La vida es corta, VIVAMOS!!!
Y tal vez tu camino no
vuelva a coincidir con esa persona, o quizás si... no lo podemos predecir, está
en manos del destino y del tiempo (cuando algo no es para ti, aunque te pongas,
y cuando algo es para ti, aunque te quites), pero lo que te deja cada
encuentro, cada experiencia, te lo llevas para siempre y se vuelve parte de ti
y de quien eres, nunca vuelves a ser el/la mismo/a después de eso, cambias,
evolucionas, y eso siempre hay que agradecerlo.
Si no hubiera tenido la
oportunidad de estar soltera todo este tiempo seguramente no sería la mujer que
soy hoy, mis relaciones anteriores me dejaron muchas cosas, buenas y malas,
después de mucho trabajo interno hoy entiendo que las malas también resultaron
ser buenas, son de esos regalos con envolturas extrañas que hoy entiendes que
necesitabas para aprender algo, y que además elegimos vivir porque son parte de
nuestro proceso. Siempre hay que encontrar nuestra responsabilidad en lo que
vivimos, porque la tenemos, necesitamos abrir los ojos y estar más despiertos y
conscientes para poder ver las señales, ahí están. Yo hace años pensaba que quería
un tipo de relación, porque no conocía más, porque me daba miedo pedir, porque
mi autoestima no estaba bien, pero gracias a conocerme, a gustarme y a amarme
hoy sé lo que quiero y lo que me gusta y no me da miedo pedirlo y esperar a que
llegue a mi vida. Esperar tranquila porque ya no me da miedo estar sola, me
distruto mucho, disfruto mi compañía, y cuando vibras así, alto, solo puedes
coincidir con personas que vibren igual, y una de esas personas llegará para
amarnos, estoy segura.
Y para cerrar con broche de oro la semana del amor y la
amistad, mi cantautora favorita del universo, Sara Bareilles lanza una nueva
canción “Fire” y me vuela los sesos, la letra es una joya y describe a la
perfección muchas cosas que siempre he sentido y pensado, yo quiero justamente
un amor donde pueda ir a lo más profundo de mi y de la otra persona, no quiero
algo superficial que pueda quemarse al primer flamazo, quiero un amor en donde juntos hagamos que las llamas crezcan y se mantengan por mucho tiempo. La
canción dice “Y sé muy bien que quiero aguas más profundas”, y sí, eso quiero,
qué importante es ser honesto con uno/a mismo/a ¿no?.
Y hoy aquí estoy, entera, despierta, plena,
feliz, soltera, a 2 meses de cumplir mis 40 primaveras, cantando todo el día
como hace tiempo no lo hacía, como adolescente, sonriendo sin parar por la
fortuna de coincidir, inspirada y sin poder parar de escribir:
“Y entonces un día te
enamoras a primera vista y una mirada te atraviesa el alma, y después estás
ahí, hablando por horas con ese ser hasta entonces desconocido como si se
conocieran de otra vida, como si se hubieran reencontrado, y no puedes parar de
sonreír y de hablar sin ningún tipo de filtro, siendo quien eres, cómoda,
libre, y se siente bien. Y después tratas de revivir el momento en tu mente
buscando detalles y literal no puedes recordar ni siquiera cómo estaba vestido,
o a qué sabía lo que te tomaste, porque no te diste cuenta, estabas tan absolutamente
hipnotizada viéndolo a los ojos, mirándolo sonreír, escuchándolo atentamente y
sintiendo todo lo que te estaba regalando el momento, que no te importó nada
más. Y te quedas con una energía impresionante, y aunque sabes que las
probabilidades de coincidir de otra manera hoy son nulas, entiendes que a quien
enriquece y le deja algo increíble ese sentimiento es a ti, te llenó el corazón
de cosas lindas, y es lo único que debe importarte, lo demás no está en tu
control. Sin apego, agradeciendo la fortuna de poder enamorarte, de poder
sentir algo tan hermoso tan intensamente... que chingón es el amor!”.