viernes, julio 21, 2006

Todo cambió

En este mes estoy cumpliendo 4 años de haber tomado una de las decisiones más importantes de mi vida, de haber agarrado valor y emprender, junto con una persona a la que quiero y admiro, que creyó en mí y a la cual estaré eternamente agradecida porque más allá de un jefe ha sido familia, amigo y cómplice (Gracias dew!), una gran aventura: el desarrollo del área de booking de una compañía de management que apenas comenzaba. Hoy, 4 años después (qué rápido se va el tiempo!) miro hacia atrás y me doy cuenta que no solo la compañía, el área de booking y el número de personas trabajando aquí ha crecido... yo sin duda lo he hecho, tanto laboral como personalmente. Llegar aquí me cambió la vida, me acercó a personas increíbles de las que he aprendido mucho, me hizo más segura, más humana, más responsable. Los viajes, los amigos, la música, tantas experiencias, las desveladas, los conciertos, el estrés, mi independencia.

Y hablando de mi trabajo y para los que no conozcan a los 3 chicos de la foto, les platico: Hace mucho que no encontraba un disco en español al que no le adelantara a ninguna canción y que me llegara tan profundo, hasta que apareció Camila. No soy músico y tampoco crítico de música pero la música es indispensable en mi vida, la escucho a diario y es parte importantísima de mi trabajo y puedo decir que verdaderamente este grupo es increíble. No sé si son las letras de las canciones, si es la música, si es la voz, si es su vibra o es todo en conjunto lo que logra ese resultado pero vale la pena descubrirlos. Sus canciones definitivamente te hacen sentir algo y son de las que puedes utilizar para crear el soundtrack de tu vida, ya sabes, las que te hacen recordar aquel amor, ese viaje en carretera, esa despedida... Hay que escucharlos en vivo, el disco es perfecto pero en vivo puedes disfrutarlos mucho más, son muy talentosos, humanos y de verdad es un placer poder trabajar con ellos (este es uno más de los motivos por los que amo mi trabajo).

Gracias Camila, gracias Mario, gracias Pablo, gracias Samo por recordarme el porqué decidí que esta era mi vocación, por esta música maravillosa y por permitirme ser un conducto para hacer que le llegue a la gente como mejor saben hacerlo... en vivo.

jueves, julio 20, 2006

Hoy decidí...

Hoy decidí...

Dejar de añorar el pasado, dejar de preguntarme ¿porqué?, dejar de lamentarme y aceptar que la vida es una recopilación de momentos, instantes o incluso días a los que no debes aferrarte y que, aunque vivirán para siempre en la memoria y en el corazón, es sano dejarlos ir. Momentos felices, momentos tristes, que existieron, que son parte de quien eres hoy. Momentos que vale la pena atesorar como en un álbum de fotos al que puedes recurrir cuando te den ganas de recordar, de entender cómo llegaste hasta el día de hoy, pero que no deben impedirte vivir el presente. Sí, reíste, también lloraste, sí, heriste, y sin duda te rompieron el corazón pero eso quiere decir que amaste y te arriesgaste, y valió la pena ¿no?. Sí, te equivocaste pero no hay tiempo de arrepentirse, solo hay que aprender de eso, la vida sigue, errar es de humanos y perdonar (y perdonarse) engrandece el alma. Sí, te enamoraste y un sentimiento hermoso invadió tu corazón (y seguramente le ocurrió lo mismo a la otra persona, o talvez no, no importa) todo era perfecto, y en realidad sí lo fué... para tí, en ese momento. Nada es permanente, todo cambia, cambia el mundo, cambia la gente, tú no eres el mismo de hace 10 años, no eres el mismo de ayer. Todo se trata de ciclos, de encuentros, de despedidas, de instantes maravillosos. Pero no des nada por hecho, la vida es un misterio. No puedes controlarlo todo, no puedes controlar los sentimientos, ni los tuyos, ni los de los demás, pero puedes tener fé en que todo pasa por algo y disfrutar al máximo lo que hay, cada momento... hoy.

Hacer este blog, y dejar aquí las frases que me hacen (o han hecho) sentir algo, las historias, las canciones, la gente que quiero, las fotos de aquellos "momentos", llenarlo de mi... y continuar con mi presente, preguntandome ¿qué sigue?